Qué duda cabe de que una clave para la paz, o al menos algo que se le parezca, es eliminar los sentimientos negativos. En otras palabras, evitar en lo posible el pensar en el futuro por pensar en el futuro. Vivir al día, y de ese circunscribirse al tiempo deriva un circunscribirse a uno mismo, siendo más uno mismo. Nos pasamos la vida convocando, reclamando, atrayendo, buscando el mal rollo (me acuerdo de esa manía persecutoria hasta dar con el problema fugazmente pre-sentido y naturalmente empezar a, o mejor dicho, seguir sufriendo).
Experimentemos el procedimiento contrario a este, y entonces veremos que es el verdaderamente efectivo para el fin propuesto de vivir tranquilo. Además, me gusta haber llegado a esta conclusión por mí mismo, y no escondo el gozo que me produce comprobar que coincide con los postulados de las más sabias y antiguas filosofías de vida. Eliminar de un plumazo los malos rollos, los sentimientos negativos, sean cuales fueren, mandarlos a paseo nada más pre-sentirlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario