VINO TORCIDO: EXTREMADURA CONFERENCIA EN CÁCERES Y BADAJOZ

"El pasado octubre tuve el honor de ser invitado a Cáceres y Badajoz, para dar una conferencia al amparo del Aula del diario HOY, con motivo ..." Ver más VINO TORCIDO: EXTREMADURA CONFERENCIA EN CÁCERES Y BADAJOZ



VINO TORCIDO: ENTREVISTA EN "EL TIEMPO" (Colombia):Alcohol, droga ...

"El pasado 26 de septiembre de 2010 la entrevista que a continuación se transcribe fue publicada en la revista colombiana 'Lecturas', supleme..." Ver más VINO TORCIDO: ENTREVISTA EN "EL TIEMPO" (Colombia): ALCOHOL, DROGA DURA ...

VINO TORCIDO: NUEVA TIRADA DE "VINO TORCIDO" EDITORIAL EL PÁRAMO...

"Tal y como se observa de las imágenes expuestas, por medio del presente post ponemos en conocimiento la recentísima reedición (octubre 2010) a cargo de una nueva editorial, esta vez la cordobesa El Páramo, después de cinco ediciones con la malagueña Edinexus (2008)...." Ver más VINO TORCIDO: NUEVA TIRADA DE "VINO TORCIDO" EDITORIAL EL PÁRAMO

VINO TORCIDO: ENTREVISTA EN "EL MUNDO":

"Mediante este post se adjunta de la forma más clara que materialmente ha sido posible, la entrevista que me hizo El Mundo en relación al al..." Ver más VINO TORCIDO: ENTREVISTA EN "EL MUNDO"

SER UNO

Está claro. Hay que disfrutar de ese ser positivo que nos hace estar en paz o al menos entender que la felicidad es esto de ver el lado bueno de las cosas, el vaso medio lleno, el tener la sensación de que hay que empezar cada día pero a partir de lo que ya se tiene... Todas esas cosas tan cacareadas por la gente y los escritos durante siglos y que a mí durante ‘siglos’ me estuvieron sonando a chino.

Me di cuenta un buen día de que me he pasado a vida en una negrura a ratos amenizada por ratos de ensueño, a ratos por ratos de risa que yo me empeñaba en extraer de mi frivolidad, o tal vez eran mi fondo que se resistía a creer que la vida era tan negra. Eso no lo sé. Lo que sí sé es que así como ahora vivo sí se puede vivir, y que cuando se han vivido momentos tan positivos, uno no quiere no saber de volver al sufrimiento por el sufrimiento y sin otro motivo. Esto es vida y lo otro no.


Me he pasado la vida en un escenario presidido por el miedo y los prejuicios, y ya no quiero más de eso una vez conocido el placer de hacer las cosas despacio y sin prisa, el vivir el momento, que al eliminar los negros sentimientos del futuro es lo que te hace vivir en paz. Así la vida cobra sentido. Asín, sí. Que a lo mejor se debe a la homeopatía...? Puede. Pero el hecho es que ahora estoy siendo lo bastante consciente del proceso como para haber aprendido el método: concentrarme en el momento para así concentrarme en el yo. Como siempre, la clave está en ser. En ser uno mismo. En ser uno con el Absoluto, que viene a ser lo ídem.


VIVIR AL DÍA

Qué duda cabe de que una clave para la paz, o al menos algo que se le parezca, es eliminar los sentimientos negativos. En otras palabras, evitar en lo posible el pensar en el futuro por pensar en el futuro. Vivir al día, y de ese circunscribirse al tiempo deriva un circunscribirse a uno mismo, siendo más uno mismo. Nos pasamos la vida convocando, reclamando, atrayendo, buscando el mal rollo (me acuerdo de esa manía persecutoria hasta dar con el problema fugazmente pre-sentido y naturalmente empezar a, o mejor dicho, seguir sufriendo).
Experimentemos el procedimiento contrario a este, y entonces veremos que es el verdaderamente efectivo para el fin propuesto de vivir tranquilo. Además, me gusta haber llegado a esta conclusión por mí mismo, y no escondo el gozo que me produce comprobar que coincide con los postulados de las más sabias y antiguas filosofías de vida. Eliminar de un plumazo los malos rollos, los sentimientos negativos, sean cuales fueren, mandarlos a paseo nada más pre-sentirlos.

LA PAZ EN LA PALABRA

Esta es la página de un soñador con los pies en el suelo y furiosa adoración por las palabras. Por su adoración a las palabras se hizo periodista, si bien tuvo mucho que ver en ello la salerosa influencia del sin par reportero Tintín.

Este soñador todo lo sueña con palabras. Las palabras han sido y son su vida. En palabras pudo poner la luz que se le vino a encender no ha mucho y a partir de la cual vio que la felicidad es posible, necesaria, obligatoria, no sólo en el más allá sino asimismo en el más acá; y que para la felicidad es necesario combatir los miedos; y que para combatir los miedos está la paz. Sin paz no hay nada. De modo que si la paz es el objetivo, la palabra viene a ser el vehículo, el cohete, el dardo.

Este soñador con los pies en el suelo cree que la palabra es cultura porque cree en la cultura en sentido verdaderamente original, siendo éste la forma de habérselas con el entorno. Cultura es esas mujeres en la plaza contándose en palabras cómo se las apañan para hacer el gazpacho o para cubrirse de las calores. Cultura es la berrea del ciervo, que vaya usted a saber qué es lo que dicho bramido quiere decir en su lengua. Cultura es... libertad, porque nacer es el resultado de habérselas con algo o alguien y nacemos completamente libres. La palabra que es libre produce libertad, lo que se deja ver en los mejores casos de calidad literaria que hemos tenido. Ahí están, si no, aquellos que en nuestra guerra civil se exiliaron al ser perseguidos por los dos bandos porque no estaban con ninguno; y por eso nadie los reivindicó en ‘la paz’; y por eso fueron tan fácilmente eclipsados por el oficialismo lo mismo de izquierdas que de derechas. Ahí está, si no, la brillante generación de Aruro Barea, Chaves Nogales, Ramón Sender...

Con palabras se transmitió la sabiduría en los libros de cualquier sabiduría. Dios era el verbo, la palabra fue Dios. La cultura es libertad y la información es poder. Por eso la palabra tiene doble filo y por eso la libertad es el enemigo número uno del poder o viceversa. Porque el poder esclaviza a quien lo padece, ya lo sabemos, pero sobre todo a quien lo ostenta, lo ejerce, lo tiene.
Con las palabras me gano la vida y me entretengo. Indago sobre su origen, les sigo el rastro en su evolución, me trago -a veces por las malas- su uso actual, y todo para llegar al desenlace de que ciencias como la etimología no son una mera cuestión de erudición. Es lo que se dice hablar con propiedad, saber lo que se dice.

Con palabras me doy a entender, con palabras ocupo mi tiempo y mi profesión. Palabras propias, palabras ajenas, palabras a componer, palabras a leer, palabras a corregir.

Con palabras, en fin, os digo aquí estoy yo.

Un abrazo.